2005/07/07

Cuña

4 Pequeño formato, acrílico de 25 cm x 35 cm. El eje compositivo pasa por tratar todo el trabajo, desde un punto de vista cercano a la escultura. Básicamente, el planteo de un horizonte, que aparece siempre estableciendo una "estabilidad" visual que conduce, sin explicitar que es arriba o abajo propone una forma de mirar. Por otro lado la presencia de dos colores primarios, en este caso antagónicos, producen lo contradictorio con la estabilidad anterior, es decir el choque. Por otra parte la ejecución, la impronta impuesta por la herramienta espátula, produce el "arrastre" de la materia, moviendo de un lado a otro, dejando huella y llevándose consigo restos de la materia vecina. Aparecerán entonces, pequeños rastros de una pintura en el campo de la otra. Desde un punto de vista formal, la inclinación hacia el centro, la caída producida, tiene toda la intención de acelerar el encuentro con el eje del tema, "Caer" en el centro y allí, provocar el estallido del tema, la historia. Esto es justamente, tal vez en el mismo sentido o semejanza al trabajo anterior (señal) se produce la alteración el corte, "la herida". Conduciendo al ojo inevitablemente a ese lugar. A diferencia de "señal! No se hace necesario aquí, la aparicion de un contraste cromático, sino que es manejado solo con las texturas. En el proceso del armado, se opta por grandes líneas que establecen ejes y colaboran con las direccionales visuales. OG